El 22 de junio del 2018 el buque 'Fedor Litke' abandonó el puerto de Mugardos, en España, de regreso a Rusia. Hasta ahí nada raro.
¿ Oh sí ?... pues sí, hay algo a comentar porque clama al cielo, como se suele decir.
Lo que ocurre es que el buque 'Fedor Litke' fue a Mugardos, en España, a descargar gas ruso. Nada más y nada menos que 172.609 m3 de gas desde los yacimientos de Yamal. El primero de los 37 barcos anuales que hasta el año 2041 suministrarán gas ruso a la empresa Reganosa. O sea, España hasta el 2041 recibirá 888 buques como éste.
La epopeya del gas ruso hasta España
Alguno se preguntará, ¿ Y donde está el problema ?
El problema viene de la mano que España está inmersa en una campaña de sanciones contra Rusia que ha puesto contra las cuerdas a, por ejemplo, parte de la agricultura del país que exportaba sus productos a Rusia y ver como las sanciones se ponen en práctica dependiendo de los intereses de los sancionadores debe de estar mosqueando a muchos, empezando por los agricultores españoles.
Como se suele decir, o todos iguales o todos parejos... o todos mozos o todos viejos.
Lo que no puede ser es que España presione a Rusia con sanciones a la agricultura que son una gota en el océano comercial y en algo que tendría mucho más peso, como es el gas, sigan no como si nada sino aumentando la colaboración entre ambos... pero claro, la energía y la dependencia energética europea de Rusia es bien conocida y todos saben que al final mejor si no nos hacemos daño.
Un paripé.
Dile tú al agricultor que no puede exportar sus pepinos a Rusia para presionar a Moscú por el tema ucraniano que a la par aumentamos las adquisiciones de gas ruso. Seguro que les deja contentos.
Y bueno, no es sólo España. Tanto EEUU, como Gran Bretaña o como Francia, que son los principales "sancionadores" mediáticos contra Rusia, siguen adquiriendo gas ruso por el mismo método que España con la salvedad de que tienen la poca vergüenza de intentar burlar las sanciones y las críticas internas haciendo escalas en puertos no rusos para que el tránsito no sea directo, que es algo penoso y propio de unas mentalidades infantiles, bajo mi punto de vista. Es algo así como decir eso de... ¡ que no, que no vienen de Rusia !.