El Pentágono está iniciando el programa de modernización de su arsenal nuclear y entre los primeros pasos significativos que pondrá en marcha está la entrada en escena de la bomba nuclear de caída libre B61-12.
El caso es que a saber porqué se está montando un debate sobre la repercusión de la entrada en escena de la bomba nuclear de caída libre B61-12 y la respuesta que tendrá que darle la Federación Rusa, dentro de este juego de acción-reacción que está ligado al contexto estratégico ruso-estadounidense.
Y la pregunta es, ¿ Cambia algo el balance de fuerzas con la entrada en escena de la bomba B61-12 ?
Mí respuesta, no, no cambia nada.
La entrada en escena de la bomba B61-12 es la evolución natural de la pegada nuclear aérea de la USAF estadounidense pero no varía la repercusión que tiene esta munición en el balance estratégico ruso-estadounidense porque no consigue prestaciones extra y tampoco permite a la plataforma -a los bombarderos- ventajas relevantes en sus misiones de ataque estratégico con respecto a otras bombas de la misma familia, la venerable B61 y versiones. Tendrá las mejoras lógicas en su mantenimiento o en su coste o en su precisión o en la adaptación de modelos anteriores para aprovechar lo que ya está en servicio pero que a un silo de ICBM ruso le caiga encima una bomba B61-11 a 100 mts o una B61-12 a 30 tampoco va a variar el resultado.
Igualmente, para el balance estratégico, que EEUU introduzca la bomba B61-12 y que en base a su mejora de precisión, que no CEP ( enlace ), se pueda reducir su kilotonaje no tiene la menor repercusión.
Y todo esto lo comento porque se está montando un debate a cuenta de la reacción rusa por la entrada en escena de estas "nuevas" bombas que no está justificado.
La diferencia es que para usar este tipo de municiones estratégicas lo importante no es la bomba en sí sino la plataforma que la porta. De hecho, en mí opinión, este tipo de ataque está obsoleto y no atiende a la evolución de las tecnologías sino a la incapacidad estadounidense para enfrentar la amenaza de las unidades ICBM rusas, en referencia a las móviles. Esa desesperación por intentar darle respuesta a la movilidad de los TELs ICBM rusos es lo que obligó a EEUU a seguir con bombas nucleares de caída libre que se traduce en la necesidad de entrar en espacio aéreo ruso para intentar alcanzar la zona de lanzamiento para atacar los blancos móviles, principalmente.
Por comparación, los rusos no utilizan bombas nucleares de caída libre en su arsenal nuclear estratégico y sus bombarderos estratégicos sólo portan misiles de crucero nucleares de largo alcance que les permiten atacar más allá de la defensa aérea enemiga, sin necesidad de entrar en espacio aéreo estadounidense. Sin exponerse.
La evolución de las tecnologías tiende a pegar desde más lejos con precisión pero EEUU tiene que encontrar los TELs móviles de ICBMs rusos en territorio de la Federación Rusa lo que obliga a las plataformas de ataque del Pentágono a tener que meterse en la boca del lobo y gastar una barbaridad de dinero en soluciones para ello.
Hay quienes defienden la filosofía de empleo de las bombas nucleares estratégicas de caída libre de la USAF en el escenario de un primer ataque noqueador de sistemas como bunkers de mando o etc pero esto, de nuevo, es querer ver donde no hay nada que ver. Una bomba nuclear de caída libre obliga a la plataforma a entrar en la defensa aérea rusa, en este caso. Probablemente la más capaz en cuanto a la categoría de defensas antiaéreas.
Esto podría entenderse imaginando un escenario en el que EEUU quisiera descabezar la pegada nuclear rusa atacando primero los centros de mando y control de la Federación Rusa. La idea sería penetrar las defensas rusas a base de bombarderos B-2A para que estos lleguen a distancia mínima de lanzamiento y suelten las bombas B61 sobre los blancos ... y suena bien. Lo que ocurre es que eso mismo se puede hacer aplicando los últimos desarrollos tecnológicos sin exponer ni plataforma ni, por descontado, a sus tripulantes a base de misiles de crucero stealth que sean lanzados más allá de la cobertura de defensa aérea rusa y que penetren en espacio aéreo ruso hasta impactar en el blanco.
Entonces, ¿ porqué EEUU se empeña en las bombas nucleares de caída libre ?
Mí respuesta, ya comentada, porque no saben qué hacer para frenar a los ICBMs móviles rusos y su solución son bombarderos stealth + bombas nucleares de caída libre ante la incapacidad de tener fijados los blancos y poder enfrentarlos con misiles nucleares de crucero de largo alcance y precisión.
La Federación Rusa no necesita dar réplica a la entrada en escena de la bomba nuclear estadounidense B61-12. La réplica tendrá que darse no con la munición -en esta categoría de los diseños de la USAF- sino con la plataforma de nueva generación que sustituya al B-2A que es lo que realmente representará un desafío para la defensa aérea rusa.
En resumen, la entrada en escena de la bomba nuclear B61-12 sólo tiene repercusión en las propias Fuerzas Armadas de EEUU ya que mejora lo que tienen, sobre todo en el capítulo de aprovechamiento del arsenal obsoleto. Es ahí donde hay que hacer preguntas y buscar respuestas y no en réplicas rusas.