A finales de los años 70 EEUU y la URSS estaban inmersos en plena Guerra Fría. Un tira y afloja en todos los sentidos que dejó muchas historias poco conocidas pero que aún después de muchos años siguen siendo muy interesantes.
Una de esas historias fue el incidente del pod Cocoon que se desarrolló en el mar de Ojotsk en 1981.
A finales de los años 70 EEUU puso en práctica la operación 'Ivy Bells' que basicamente consistió en intentar escuchar las comunicaciones submarinas entre el territorio continental de la URSS y las bases en la península de Kamchatka.
La operación de la CIA iba encaminada a intervenir los cables submarinos de comunicaciones que estaba colocados en el fondo del mar de Ojotsk, en concreto en la bahía de Shelejov ...
Bahía de Shelejov vista en Maps Google
Para ello la compañía 'Bell' debía desarrollar un sistema no-invasivo del cable de forma que los soviéticos no pudiesen descubrir la jugada y, además, colocarlo en el fondo del mar sin ser detectados.
Uno de los protagonistas de esas misiones fue el submarino para cometidos especiales de la US NAVY 'Halibut' ...
Submarino Halibut
Los técnicos estadounidenses desarrollaron un sistema de escucha no-invasivo, por inducción, que se fijaba al recubrimiento exterior del cable submarino de comunicaciones soviético ...
A su vez, esa solución enviaba la información a un sofisticado pod submarino denominado 'Cocoon' que grababa las comunicaciones soviéticas en cintas magnéticas ...
Pod 'Cocoon'
Una de las grabadoras
El Cocoon media 5 m de largo por 1,2 de diámetro. En sus 7 toneladas de pod había varias de equipo electrónico de última generación. Su energía era suministrada por una fuente de alimentación a base de plutonio que según el Contra-Almirante Shtyrov se encontraba en otro pod y podía funcionar durante 10 años.
32 grabadoras trabajaban a la vez cada una de las cuales podía grabar 150 horas siendo el total de grabaciones de hasta 3.000 horas. Otras fuentes hablan de 60 grabadoras (!).
Una vez al mes el submarino estadounidense debía colocarse en posición para que los buceadores militares pudiesen acercarse al pod Cocoon y recuperar las grabaciones.
Todo iba bien hasta que en una de las recogidas el sistema no estaba donde debía de estar lo que dejó patente que los soviéticos habían descubierto el pastel.
La idea oficial:
En agosto de 1981 el Cuartel General de la Armada Soviética en Kamchatka sufrió problemas en la línea de comunicación Petropavlovsk-Magadan lo que se concluyó era debido a un fallo en el cable submarino en la zona de la bahía de Shelejov, en el mar de Ojotsk.
La idea que se vendió era que quizá un pesquero hubiese dañado el cable.
Durante los trabajos de búsqueda de la avería uno de los buceadores descubrió un objeto fijado al cable que, a su vez, tenía un cable que se alejaba del ruso. Al seguirlo descubrieron el pod Cocoon que estaba caliente al tacto, por lo que se pensó que podía ser un artefacto militar y se le dejó a la espera de recibir órdenes desde Moscú.
Finalmente se decidió que sería estudiado en la capital después de poner en práctica el protocolo para poder desmantelarlo con seguridad.
Lo que realmente ocurrió:
En realidad no hubo avería alguna sino que todo fue una maniobra para encubrir una operación soviética de contrainteligencia.
La URSS no descubrió el pod Cocoon y el sistema de escucha en el mar de Ojotsk por una casualidad sino por un infiltrado en la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EEUU.
En enero de 1980 el empelado de la NSA Ronald Pelton se puso en contacto con la Embajada Soviética para ofrecerles información a cambio de dinero.
Para seducir a los agentes de la KGB Pelton les habló de las escuchas estadounidenses de las conversaciones entre territorio ruso y Kamchatka lo que atrajo el interés soviético.
Cuando en agosto de 1981 los satélites estadounidenses de reconocimiento descubrieron actividad naval soviética poco habitual en la bahía de Shelejov y poco después, al intentar recuperar la grabación, el pod Cocoon y todo el sistema había desaparecido..., en la CIA no tuvieron que romperse mucho la cabeza para concluir que tenían una filtración que había permitido a los soviéticos desbaratar una de sus operaciones de inteligencia más audaces.
Peltón suministró todo lo necesario sobre la operación Ivy Bells así como las coordenadas donde el cable submarino soviético había sido pinchado. A cambio de ese y otros servicios recibió 600.000 $ de los años 80 que era un dinerito.
Posteriormente fue detenido y sentenciado a 3 cadenas perpetuas más 10 años de propina.
Lo que cuenta el contra-almirante Shtyrov:
A 32 millas de la costa occidental de la península de Kamchatka, en la bahía de Shelejov, y a una profundidad de 65 m un buque soviético izó una estación submarina de escucha compuesta por 2 cilindros de unos 250 l de capacidad cada uno.
Los cilindros fueron enviados al servicio de contrainteligencia.
En uno de estos cilindros se encontraron 32 grabadoras. El otro era un reactor nuclear en miniatura que suministraba la energía necesaria.
El reactor nuclear en miniatura fue inmediatamente enviado a Semipalatinsk, en Kazajstán. Zona de pruebas del programa nuclear soviético. Allí fue guardado en un túnel a gran profundidad donde 2 voluntarios (un científico nuclear y un oficial de inteligencia) se ofrecieron para manipularlo en un lugar aislado por si detonaba al ser manipulado. Lo consiguieron y ambos fueron condecorados posteriormente por esa acción.
En principio estaba planeado montar un show al estilo del que llevaron a cabo los soviéticos con el derribo del U-2 de Gary Powers pero era una época de distensión entre EEUU y la URSS y se decidió no echar más leña al fuego.
Esto ha sido, más o menos, lo conocido sobre este incidente. A mi modo de ver, uno de los más exóticos de la guerra fría.
Ni que decir tiene lo que debió suponer, una vez más, el acceso soviético a lo último en tecnología estadounidense.
Sin duda esto no ha dejado de hacerse, ni dejará de hacerse. Ahí tenemos algún caso reciente -2014- en donde algo parecido, con los matices que se quieran añadir, se recuperó en Chukotka, en el extremo oriental de la Federación Rusa ...
Recuperadas dos boyas extranjeras de inteligencia en Chukotka
La siguiente foto es de un producto ruso de la categoría encontrado en Noruega.
Russian spy devices to Norwegian shores
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Hola.
ResponderEliminarGran entrada. Muy interesante.
"Viejo amigo" de operacioned especiales el USS Hallibut.
ResponderEliminarAparentemente Pelton fue entregue por Yurchenko, un agente de la KGB que protagonizó uno de los episodios más extraños de la guerra fría: defeccionó a EEUU, pero después volvió a la URSS, un hecho que nunca fue explicado.
ResponderEliminarhttps://en.wikipedia.org/wiki/Vitaly_Yurchenko
Me encantan estas entradas del foro.
ResponderEliminarMuy interesante
ResponderEliminarSaludos. Hay un libro que se titula "Blind man's bluff" que relata la lucha submarina durante la guerra fría y este espisodio es narrado al detalle.
ResponderEliminarGran historia! Saludos
ResponderEliminarHola
EliminarYa tengo una continuación con las historias ruso-noruegas y bueno, no es tan interesante pero es menos conocida.
Muy bueno Valen, Muy bueno!!
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