Todavía hay quienes piensan que el terrorismo islamísta del Cáucaso tiene una razón de ser que, basicamente, se apoya en la opresión de los pueblos de la región por parte de la Rusia zarista -en primer lugar- luego por los Soviéticos y, actualmente, por los rusos de la Federación Rusa. Esa visión que se ofrece por la que los pueblos oprimidos luchan contra el opresor con los medios que pueden es una distorsión de la realidad que ha calado a fondo en las conciencias occidentales dejando un poso que lastra la imagen de Moscú como una leyenda negra, muy al estilo de la que cargan sobre sus espaldas los Españoles desde hace siglos.
Estos días pasados hubo dos atentados en la zona de Volvogrado. Dos terroristas suicidas activaron sendos artefactos explosivos en la estación de la ciudad y en un autobús causando una matanza e hiriendo a decenas de personas. Una de las protagonistas fue una mujer que personalizada el modelo de "viuda negra" que tanto ha dado de qué hablar en los últimos años. Sobre todo desde el asalto al teatro Dubrovka de Moscú. La autora fue Oksana Aslanova...
No se puede evitar que haya personas trastornadas o simplemente que haya intereses por presentar una idea utópica sobre el desarrollo islámico de la región en base a una serie de argumentos enrevesados alejados de toda realidad y sujetos, insisto, a intereses muy oscuros que poco tienen que ver con lo que venden. En occidente todavía hay personas y organizaciones, incluso países, que entienden lo que ocurre en el cáucaso y aunque quizá no justifiquen el terrorismo directamente esa comprensión da alas a estos movimientos radicales. Se sigue presentando a los terroristas como una suerte de luchadores románticos -un David contra Goliath- que no tienen otro remedio que inmolarse para defender sus ideas y esto es muy peligroso principalmente porque no es cierto.
Para el caso, se presenta a las "viudas negras" como unas vengadoras que se cargan de explosivos como medida desesperada para hacer justicia contra quienes asesinaron a sus maridos pero esto, de nuevo, es falso. La realidad de las mujeres que tienen la mala suerte de caer en manos de estos señores dista mucho de la visión que tenemos en occidente y quizá leyendo este artículo de el diario EL MUNDO se pueda comprender el día a día de estas chicas y cómo las cosas son completamente diferentes ...
Viudas negras obligadas a inmolarse
La verdad oculta tras los atentados que sacuden Rusia
La periodista que habló con una kamikaze rusa que sobrevivió a la explosión lo cuenta
No lo hacen voluntariamente, las drogan, amenazan a sus familias...
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Conocí a Zarema Inarkáieva, que había explosionado una comisaría en la ciudad de Grozny en febrero de 2002, cuatro meses después del atentado. El hecho de poder entrevistar a una viuda negra superviviente fue una gran suerte para mí como periodista. Después del atentado fallido hubo una explosión, pero no fue suficientemente fuerte y la joven sobrevivió, pasando por una serie de intervenciones quirúrgicas. Zarema tuvo que vivir en una sección del ministerio del interior de Grozny bajo la protección policial de 24 horas. Lo que ella contó me ayudó a conocer la parte oculta del proceso de preparación de las mujeres kamikaze (se investiga si una de ellas, Oksana Aslánova, participó en el atentado del domingo pasado en Volgogrado --17 muertos--, colaborando con el terrorista Pável Pechonkin).
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El lavado de cerebro.
La periodista Julia Jusik ha investigado el fenómeno de las mujeres «kamikaze» en distintos escenarios como Chechenia, Daguestán o Israel. Sus indagaciones le han permitido derribar el mito de que se inmolan para vengar al marido muerto. Al contrario, en muchos casos, cuenta son obligadas o sometidas a un lavado de cerebro que comienza con el aislamineto de su familia. Algunas incluso han sido raptadas.
... el artículo al completo en www.elmundo.es
La verdad oculta tras los atentados que sacuden Rusia
La periodista que habló con una kamikaze rusa que sobrevivió a la explosión lo cuenta
No lo hacen voluntariamente, las drogan, amenazan a sus familias...
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El lavado de cerebro.
La periodista Julia Jusik ha investigado el fenómeno de las mujeres «kamikaze» en distintos escenarios como Chechenia, Daguestán o Israel. Sus indagaciones le han permitido derribar el mito de que se inmolan para vengar al marido muerto. Al contrario, en muchos casos, cuenta son obligadas o sometidas a un lavado de cerebro que comienza con el aislamineto de su familia. Algunas incluso han sido raptadas.
No creo que desde Occidente se critique realmente la lucha de Rusia por mantener su integridad territorial. Lo que si se critica es la forma de hacerlo. Y es que la vulneraración de los derechos humanos no es una buena forma de luchar.
ResponderEliminarHola
ResponderEliminarEso sería aceptable si occidente no violase los derechos humanos en los conflictos donde interviene y sí, occidente viola los derechos humanos en los conflictos donde interviene.
Por lo tanto, eso es haz lo que digo pero no lo que hago.
Gran articulo Charly! Si sabrías lo que te quiero mientras no discutas))
ResponderEliminarPero pueda que te confundes de Oksana
ResponderEliminarhttp://news.progorodnn.ru/news/view/81048
Hola
ResponderEliminarPues sí, la foto no era de la Oksana correcta.
Ya está corregido.
Seguramente los mismos que critican la forma de actuar de Rusia en el Caucaso (sin negarle el derecho de actuar en defensa de su soberanía); esos mismos, también critican la forma de actuar de Occidente en sus conflictos. A parte de que siempre hay grados. La actuación de las tropas rusas no tiene parangón con la forma de actuar de las occidentales.
ResponderEliminarHola
ResponderEliminarNo creo que sea como comentas. Simplemente, estamos en el bando occidental y eso significa que nos llega la visión sesgada en base a los intereses occidentales de lo que ocurre en el mundo.
La actuación de las Fuerzas Rusas en sus conflictos no tiene diferencias significativas con las intervenciones occidentales en sus conflictos. Crimenes de guerra, tortura, daños colaterales... en todos los conflictos suceden cosas parecidas.
La diferencia es quién lo cuenta y cómo lo cuenta.
El mejor ejemplo es el conflicto con Georgia. Se vendió a una Rusia sedienta de sangre que diezmaba a la población civil e intentaba invadir el territorio Georgiano para derrocar a su gobierno. La realidad demostró que eso no sólo era mentira sino que distaba mucho de los hechos ocurridos sobre el terreno.
Chechenia fue un conflicto donde occidente contempló lo que quería ver. Eso no significa que no se cometieron crímenes tremendos pero sí significa que no muy diferentes a los vistos en Irak o en Afganistán o en Siria o en Libia sólo que los que ocurren en esos conflictos llegan sesgados a occidente.
Por lo tanto, no, no hay diferencias significativas entre lo que hace rusia y lo que hace occidente pero sí hay gran diferencia en cómo contemplamos en occidente lo que hace rusia y en cómo contemplamos en occidente lo que hace occidente.
Todo correcto Charly
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